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Trabajar desde casa por internet: pros y contras

Categoría : Teletrabajo

Hoy, trabajar desde casa ya no es cosa de ciencia ficción. Millones de personas han apostado por el teletrabajo con internet convirtiéndose en sus propios jefes. También empiezan a verse otras modalidades de teletrabajo. Por ejemplo, el empleado que abandona la oficina para trabajar, por cuenta ajena, pero desde casa.

El cambio de modelo es revolucionario y supone circunstancias completamente distintas a las tradicionales. Nuevas condiciones y nuevos retos traen nuevos problemas y ventajas. ¿Cuáles son los pros? ¿Y los contras?

En principio, parece que trabajar desde casa estaría bastante bien. ¿Qué ventajas tiene para el trabajador?

– Comodidad. No tienes que salir de casa, desplazarte ni vestirte de calle. Puedes levantarte todas las veces que quieras, prepararte café cuando apetezca, poner la calefacción y el aire acondicionado a tu gusto, etc. En definitiva, tienes todo lo que significa estar en tu propia casa.

– Flexibilidad horaria. Tú dispones tu jornada de trabajo como mejor te va. A lo mejor siempre has sufrido horarios laborales que no iban con tus biorritmos. Tú decides cuándo trabajar y parar, y cuándo salir a hacer la compra.

– Independencia. Eres tu propio jefe. Tú controlas tu trabajo y descubrirás que eres exigente y responsable.

– Gestión. Si trabajas por cuenta propia, tú controlas cómo y con quién quieres trabajar, en quién delegas lo que no te interesa o si quieres, o no, colaborar con alguien.

La comodidad de trabajar desde casa parece obvia, pero también hay riesgos en el teletrabajo por internet. Desde la postura del empresario, mandar a casa a sus empleados tiene sus inconvenientes:

– Es necesario invertir, a corto plazo, para que los teletrabajadores tengan sistemas de conexión remota. Además, es posible que se les deba proporcionar ordenadores y otros dispositivos informáticos y de conexión.

– Existe un gran riesgo de pérdida de confidencialidad de los archivos de la empresa. La seguridad informática de la que disponga el teletrabajador, o que sepa usar, podría no ser suficiente para proteger la información de la compañía (informes, estudios de mercado, datos de terceros que estén cubiertos por la Ley de Protección de Datos…).

– Podría bajar la productividad. Aunque los experimentos de teletrabajo por cuenta ajena indican buenos resultados en otros países, al perder el contacto con el trabajador, el empresario se arriesga a que la productividad baje. El exceso de distracciones en el hogar favorece la dispersión.

– Se pierde aprendizaje de grupo. En una oficina la información fluye y el aprendizaje de un empleado a otro es directo. El teletrabajador no tiene la oportunidad de aprender de los errores y aciertos de lo que ocurre en la oficina, porque está aislado y no se relaciona con nadie salvo por teléfono o medios telemáticos. El teletrabajador podría quedarse atrás en lo que respecta a habilidades.